miércoles, 3 de junio de 2015

El cielo oblicuo, de Belén García Albia (Impedimenta, 2015)


Desde niñas nos programan para ser madres. Es un paso en la secuencia lógica de la vida femenina que seguimos y queremos seguir sin plantearnos por qué. Es, quizás, el paso necesario para que nos consideren (y, a su vez, nos consideremos) completas. 

¿Qué ocurre cuando no queremos o no podemos engendrar a un nuevo ser en nuestro interior? El cielo oblicuo, de Belén García Abia, ahonda en la experiencia de aquellas madres que no pueden ser madres; la perspectiva es tan cercana a la voz narrativa que desgarra la piel. Junto con ella, podemos reflexionar desde lo más profundo sobre la figura de la no-madre en la que se incluye, nos incluye (tanto a hombres como a mujeres) y, a su vez, incluye a escritoras que trascendieron la historia de la letras y que se vieron afectadas por la no-maternidad: Martín Gaite, Lessing, Garro, Colette , Lispector, Walker, Morrison, Woolf, Mansfield... 

En este ejercicio, en el que la voz confiesa escribir para comprender ese dolor mudo tan nuestro, pasaremos por las diferentes etapas de su interior quebrado en el que será dolorosamente sencillo ver nuestro reflejo. La incapacidad de concebir como tortura, como patología crónica que lleva a la locura, como elemento que nos priva de la salud del alma. La escritura como proceso de curación. 


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